Es evidente que el gasto en una vivienda para la mayoría de las personas es el gasto mas importante y considerable que van hacer en sus vidas. Por eso, siempre surgen las siguientes cuestiones ¿ Cuanto vale construirme una casa? ¿ Como puedo controlar los costes?. No siempre las viviendas de mayor coste son las que disponen de un mejor diseño y funcionalidad, es mas, por lo general una casa donde se han tenido en cuenta el control de costes es donde mas se necesita del técnico proyectista y de su labor en el proyecto para poder optimizar las soluciones arquitectónicas posibles en la vivienda.
Los arquitectos sabemos que un buen proyecto definido en sus más últimos detalles y la implicación del propietario de la casa en su proyecto y construcción son dos factores muy importantes para el control de costes aunque parezca lo contrario. Al final los costes dependen mucho de la sistematización de la construcción de la vivienda, disponer de una precisa medición y tener todo previsto en obra. Al final el facilitar el trabajo en cuanto al proceso constructivo, y disponer de una medición debidamente detallada que disminuya al máximo los contratiempos en la obra ayuda a la industrialización del proceso constructivo de la vivienda y por lo consecuente reducción de gastos.
También es importante la implicación del propietario en la vivienda, conozco un ejemplo de una vivienda de gran calidad arquitectónica y de costes controlados que fue principalmente construida por sus propietarios durante un verano. Donde ellos mismos fueron los que recogieron muchos de los materiales que se encontraban en la zona y con los que el arquitecto diseño la vivienda, haciendo acopio al máximo de todos los recursos que se disponían a mano y dotando la vivienda de la suficiente sencillez constructiva que permitía que los propietarios se pudieran involucrar en su construcción minimizando así los costes derivados de diversos oficios.
También hay que pensar en la gran variedad de tipologías de viviendas o como a mi me gusta mayormente decir formas de residir y vivir que pueden abrir los ojos a muchas personas que quieren construirse una casa fuera de los cánones de la vivienda tradicional mediterránea, o fuera del sistema constructivo normalmente utilizado para la construcción de una vivienda. Hay auténticos profesionales dedicados a la investigación de nuevos materiales y su uso como materiales de construcción de una «casa».
En todo el mundo hay diversas formas de habitar en algunas zonas priman la ligereza de los materiales y su facilidad en la construcción en contra de otras estructuras más rígidas. Por lo que existen diversos estados de equilibrio muy distintos. Al final todo equilibrio depende de una única palabra el nivel de confort en la vivienda. Mientras en los países nórdicos las viviendas se construyen principalmente de madera aquí en el sur mediterráneo se construyen ( en general) con estructura rígida de hormigón y materiales cerámicos. De tal forma, que una vivienda construida con materiales ligeros puede ser mas barata pero en contra tiene la debilidad ante accidentes ambientales, hay que por lo tanto priorizar unas cosas sobre otras.
Por último me gustaría reseñar que la nueva concienciación de la sociedad con el problema ambiental también esta cambiando la forma en que construimos y proyectamos las viviendas. Este cambio se basa en construir viviendas lo mas aisladas de los cambios del exterior posibles gastando únicamente la energía indispensable que nos permite estar siempre en un intervalo de temperatura, humedad y calidad del ambiente interior de confort. Estos cambios se traducen en la vivienda en el aumento de los aislamientos acústicos y térmicos, la ruptura de puentes térmicos con aislamiento, aumento de la capacidad de retención energética de las ventana y elementos de mayor pérdida energética y la creación de un ambiente interior independizado del exterior y formalmente constante. Es verdad que el aumento de la eficiencia energética en las viviendas aumenta su precio final pero muchos estudios realizados por expertos y ya comprobados en la vida real determinan que estos gastos son mas que sobradamente compensados con el ahorro energético que se produce en las viviendas, siendo a medio y largo plazo una inversión totalmente amortizada y que incluso ofrece beneficios económicos.

